La Casa Palacio de Miñano fue el hogar de una familia noble de cuyos orígenes no se sabe mucho.
Antiguamente la casa se extendía hasta la misma entrada de la plaza. Las que fueron caballerizas y cocheras ahora son casas particulares y el Centro Tureganense, el casino donde a diario se dan cita los lugareños para echar la partida después de comer.
Por su parte trasera llegaba casi hasta el río una huerta ahora dividida en dos propiedades.
En la entrada principal aún se puede ver el escudo de armas de Miñano, además de otras pequeñas transformaciones que «ha sufrido» la fachada.