El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, tiene a Turégano en su lista de localidades que o bien no han suprimido los vestigios de la dictadura franquista de sus callejeros o edificios, o bien se han negado a ello, según marca la ley de memoria histórica, en referencia a una plaza con el nombre de José Antonio.
En una respuesta registrada en agosto del año pasado, los portavoces de los tres grupos municipales con representación en la corporación (PP, PSOE y Cs) rubricaban que el Consistorio no pretende esquivar la normativa, aunque sí se queja de que el Estado no ha dotado con un solo euro la aplicación de la legislación, lo que la deja en cierto modo incompleta.
El ayuntamiento no tiene datos para saber los antecedentes de esa plaza, y comenta que no dispone de los medios que requiere la retirada de unos símbolos de considerable tamaño y peso. Dicha supresión y la posterior remodelación supondrían un coste de unos 15.000 euros.