Desde el punto de vista geológico, Turégano se enclava en un entorno casi único en España. Situado en las faldas de la Sierra de Guadarrama, entre la depresión del Duero (al norte) y la depresión del Tajo (al sur), presenta una importante falla o «pliegue en rodilla» sobre la que además se asienta el castillo.
Desde el altozano que domina la villa se observa la confluencia de dos riachuelos, el Mulas y el Valseco, antes de confluir con el arroyo Pinarejo. Por sus vegas se extienden huertas y alamedas que se suman al verdor de los pinares y contrastan con la otra cara del paisaje dominado por las tierras de cultivo. Principalmente se cultiva cereal y girasol, en un espacio que antaño fuera bosque de encinas, robles y olivas.
Como centro geográfico, ya en la Edad Media era importante y así, el camino que va desde Turégano a Buitrago fue una de las más claras referencias geográficas de la época. Actualmente la villa se encuentra muy bien comunicada por carretera y puede ser el comienzo de diversas rutas para el deleite del viajero.
Recientemente, ACOTUR, Asociación de Comerciantes de Turégano, ha implementado 2 atractivas rutas naturales («Senda de la Casa del Ingeniero» y «Senda del Río Viejo») convenientemente señalizadas, y ha establecido un «itinerario turístico» por el interior de la villa. Además ha creado unas vídeo y audio guías para seguirlas (descargar)
Existe otras rutas no oficiales ni señalizadas, son rutas clásicas entre los lugareños que el autor de la presente página web ha podido disfrutar
Ruta de los Arroyuelos
Comenzando en el monumento a los toros, justo antes de la entrada de la plaza por su puerta norte, se puede dar un paseíto por la vega del arroyo Mulas que transcurre a espaldas del Ayuntamiento. En el recorrido se pueden observar los balcones de madera de algunas casas antiguas (jabalcones), además hay grandes árboles y bonitas flores que se encargaron de preparar y cuidar parte de la Escuela Taller de Turégano en 1997. Pasada la confluencia con el arroyo Valseco, en seguida nos topamos con un primer puente por el que atraviesa la calle del Cristo (llamada así por la talla de madera de Jesús crucificado que se encuentra al comienzo de la carretera de Caballar). Siguiendo la ruta por un paseo de las mismas características que el anterior llegamos hasta el segundo y último puente. Aquí, subiendo por la calle hacia la izquierda se puede llegar al que fue Museo de los Ángeles de Lucia Bosé y al mencionado Cristo. Podemos volver al origen pasando por el Puente Barras y por la calle de El Ferial desde donde se pueden ver las huertas de la zona.
Ruta de los Molinos
Saliendo del pueblo por la carretera que lleva a El Guijar, antes de empezar a subir la larga y cansada cuesta de asfalto, hay un caminito de arena a mano derecha por el que apenas puede pasar un coche que nos conduce al primer molino, el Molino Primitivo, apenas a un kilómetro. Se trata de un antiguo molino de piedra que se movía aprovechando la corriente del río y que se utilizaba antiguamente para moler el grano. Este paraje era visitado con mucha frecuencia por los lugareños, especialmente para merendar en verano por tratarse de un sitio muy fresco, con mesas de piedra construidas con las antiguas piedras de molino y con un pequeño manantial del que se bebía un agua fresca y rica. Actualmente este molino se encuentra en ruinas, y la que fuera alameda con sus árboles que ofrecían su maravillosa sombra fue talada.
Siguiendo el camino, a mano derecha en la linde del río podemos ver un pequeño puente. Aquí se encontraba la que fue fuente de hierro, un pequeño manantial que destaca por el aspecto anaranjado que le confería el hierro que poseía el agua que emana de él. Actualmente se encuentra desaparecido por la maleza. Siguiendo camino, ahora más retirado, a unos 3 kilómetros, llegamos a lo que fue el segundo molino, el Molino Paco, actualmente convertido en casa. Metros antes, a un lado del camino se puede observar un pequeño puente de hormigón que cruza el río y que nos sirve de referencia para encontrar la gran piedra redonda, al otro lado del camino, en la pequeña colina. Se trata de una enorme piedra con la forma de una mesa redonda, con sus respectivos asientos. Esta forma redondeada, al igual que otras que pueden verse en las inmediaciones, se debe a que se trata de una zona de cantera donde, antiguamente, se tallaban las piedras de molino para su utilización en los molinos cercanos. Son por tanto piedras de molino en distintas fases de esculpido. También pueden observarse, algunas rocas con huecos redondos correspondientes a muelas, talladas y ya extraídas.
Desde lo alto hay una vista excelente de todo el valle.
Esta ruta fue recomendada por el periódico El País, en un artículo el viernes 3 de enero de 2003 titulado «De castillo a castillo», excursiones por el arroyo mulas. Se describe como un paseo de cuatro horas (12 km ida y vuelta), con un desnivel acumulado de 100 metros y una dificultad baja
Ruta de los Pinares
Camino de las piscinas se transita por terreno asfaltado. A la derecha se puede contemplar El Jardín, antigua residencia de verano de los obispos que iban a la villa, contaba con un palacete, actualmente en mal estado de conservación y una pequeña ermita ahora desaparecida. El gran número de arboles frutales y otras especies ha ido desapareciendo hasta convertirse en terreno de cultivo de cereales. Donde termina la finca comienza un camino ancho de arena y piedras. En su lado derecho se encuentran el campo de futbol, las pistas de futbol sala donde se celebran todos los veranos un pequeño campeonato entre los equipos de pueblos cercanos, y la piscina mundial. Este paseíllo es el preferido por los lugareños para hacer un poquito de ejercicio. Siguiendo el camino, a unos tres kilómetros se llega a la casa del guarda forestal, actualmente convertida parte en el Museo de la Resina inaugurado en el año 2001. El entorno ha sido de gran interés incluso para un famoso director de cine aunque por suerte o por desgracia la película se hizo en otro lugar. El pinar sirve a los lugareños para abastecerse de leña y piñas (para encender las típicas cocinillas de leña que hay en casi todas las casas de la villa) y, allá por noviembre, se pueden encontrar con un poco de suerte y buena vista los deliciosos níscalos, entre otras variedades de setas
Ruta de Caballar
Comenzando en el Cristo que da nombre a la calle, se parte por una carretera estrecha hacia el pueblo de Caballar situado a unos cinco kilómetros. A la izquierda dejamos el camino de los molinos, por la vega del río. Se trata de un pequeño pueblo con su encanto, por sus calles estrechas se respira paz y tranquilidad. Una vez atravesado el pueblo, un poquito antes de llegar al río que atraviesa la carretera, un pequeño camino de tierra a la izquierda nos conduce a un paraje precioso, con alamedas y vegetación de monte bajo, pequeñas lomas de piedra escarpada, y lo más destacado, la Fuente Redonda. Se trata de un manantial de unos tres metros de diámetro que da origen al río, con una pared de forma redonda de piedra y una canalización también de piedra que confieren al conjunto «forma de llave». Caballar cuenta con muchas otras fuentes interesantes entre las que destaca la Fuente Santa. En ella se sumergen los cráneos de San Valentín y Santa Engracia en época de excepcional sequía en la ceremonia que constituyen las famosa «Mojadas de Caballar».
Un poco más alejado, podemos llegar a La Cuesta, perteneciente a la Pedanía de Turégano, para contemplar en las afueras del núcleo urbano sobre una colina, la iglesia de San Cristóbal declarada bien de interés cultural, con categoría de monumento, destacando de ella sus dos portadas, especialmente la septentrional, ricamente ornamentada, la cornisa que recorre todo el exterior y muestra elementos escultóricos de rica labra románica.
Ruta de Torreiglesias
Empieza en la ermita de Turégano de Nuestra Señora de los Remedios, a la derecha dejamos el Vía Crucis que forman catorce cruces de piedra. A unos cinco kilómetros se encuentra el pueblo de Torreiglesias que se atraviesa hasta llegar a su ermita. Aquí comienza un camino de tierra, en bastante mal estado para transitar con coche e incluso peligroso con bicicleta (por los surcos que han ido generando las lluvias). Dicho camino nos conduce hasta una explanada, un pequeño valle a la orilla del río desde donde se puede contemplar a la izquierda la ermita de Santiago, arriba en la colina. Justo en frente, al margen izquierdo del valle se encuentra la cueva de La Vaquera, de particular importancia en la ruta de la llamada «Cultura del Vaso Campaniforme» para el estudio de la prehistoria de la península. En dicha cueva se han encontrado vasos campaniformes y otros restos que se pueden fechar desde el Neolítico hasta el año 1100 a. C. Se trata de una cueva que se sumerge en la colina, atravesada en su mitad por un pequeño arroyo que hace muy húmedo el interior. La entrada y la salida distan escasos cien metros pero su interior es un largo y peligroso recorrido. Actualmente una de las entradas, la más estrecha, se encuentra cerrada.
Ruta de Las Hoces del Duratón
Hacia el norte, dirección Cantalejo a unos 15 kilómetros y una vez allí dirección Sebulcor, se puede llegar hasta el parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Se trata de un extenso y hermoso parque que atraviesa y forma el río Duratón, con fantásticos acantilados que aprovechan los buitres para desarrollar su vida (el parque es reserva natural). La zona más interesante se encuentra en la ermita de San Frutos, desde donde se pueden contemplar buena parte de las hoces que forma el río a lo largo de su recorrido. Todo el parque es un lugar de especial sensibilidad, hay zonas restringidas pero tenemos que cuidarlo y respetarlo en general por el bien de todos, de su flora y de su fauna.
Ruta de Las Fuentes de La Granja
Hacia el sur, dirección Torreiglesias, a unos 33 kilómetros, se pasa cerca de los pueblos de Carrascal, la Cuesta, Sotosalbos y Torrecaballeros, estos dos últimos con fama de que se come bien (aunque prefiero Turégano) se llega a San Ildefonso, donde se encuentran Los Jardines del Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, cuyos orígenes se remontan a 1450. Las obras del Palacio comenzaron en el año 1721. Además de sus fuentes, aquí se puede visitar el Palacio, El Laberinto, Las Partidas de la Reina, El Jardin de la Botica y la Piscifactoría.